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martes, 19 de julio de 2011

Harry Potter and the Deathly Hallows Parte 2

Ayer hice un stop en este mi periplo... ¿literario? Y es que salí bastante pronto a hacer un recado y por la tarde-noche fuimos al cine. Y sí, lo has adivinado estimado lector (o vacío cibernético, total, si la gente escribe "Querido Diario"...) fui a ver la última película de la saga Harry Potter.

Yo fui una de tantos jóvenes que teníamos entre 12 y 16 años apróximadamente cuando comenzaron a ponerse de moda los libros del que seguramente ha sido uno de los magos más famosos de todos los tiempos. Las primeras adaptaciones a la gran pantalla estaban bastante enfocadas a ese público que, sin ser infantil, aún rondaba los años en los que sus films favoritos seguían siendo los destinados a todos los públicos (TP) Sin embargo, a partir de la 4ª o la 5ª entrega, la saga comenzó a madurar debido sobre todo a las críticas de algunos que decían que Daniel Radcliffe (actor que interpreta a Harry Potter) tendría barba y seguirían tratando de que hiciera "travesuras". No faltaron tampoco entonces detractores que aseguraban que las películas interpretaban de forma demasiado libremente la literatura de J.K.Rowling y que se volvían más oscuras de lo necesario sólo buscando satisfacer al público.

La segunda parte de la adaptación del 7º libro busca en cierto modo retornar a esos orígenes tratando de rescatar a los niños de la nueva generación que se han quedado fuera en anteriores entregas pero a la vez haciendo un guiño al público fiel, entre los que me incluyo. El hecho de que el colegio de Howarts esté como telón de fondo ayuda bastante a conseguir ambos propósitos: el infantil pues el hecho simple de que aparezcan niños ya es un argumento en sí mismo, y el nostálgico, con la aparición de personajes que habían parecido ocultos durante anteriores entregas como Neville Longbottom.

Creo también que la fotografía de la película es realmente buena y a nivel técnico no tiene despedicio. Igual que en la primera parte destacaban las imágenes del cuento de Las Reliquias de la Muerte, resaltan aquí los momentos en el pensadero de Severus Snape con la madre de Potter. Me parecieron, en términos poco profesionales, realmente bonitas.

Por otro lado, sin embargo, me dió pena encontrarme con que la muerte de Voldemort, tan bien narrada en el libro, se mostrara de forma poco espectacular y que pasara de forma casi inadvertida. Y para los más puntillosos, hacer referencia a los parecidos razonables de las batallas de esta última película con la de las Dos Torres de la saga de El Señor de los Anillos.

Pero sinceramente es una película que creo que hay que ver. Y creo que hay que verla en el cine, como todas las de Harry Potter pues aunque los diálogos no sean espectaculares, las imágenes no nos dejarán frios. Para todos aquellos seguidores y adictos a la saga es cerrar una época; y nunca es tarde para todos aquellos que se quieran iniciar en los periplos del famoso Harry Potter. Nos quedamos con un buen sabor de boca :)

1 comentario:

  1. Yo, dentro del grupo de los puntillosos la sentí un poco pastel.
    El problema de una saga está en nosotros, que creamos muchas espectativas cuando el final se acerca, y un final espectacular no fue.
    En realidad lo percibí como un poco flojo,(claramente no soy fan de la escritora)pero sumado a eso las similitudes con las aadaptaciones de los libros de Tolkien... probablemente por ser adaptaciones a la pantalla grande.
    Tampoco me gustó el rollo infantiloide, que muy bien justificado como lo comentas, pero los pequeños que iniciaron la saga también crecieron con los actores, si la cuestión era captar "nuevos niños" eran eso: nuevos.
    Los fans del inicio también tuvieron tiempo de crecer.
    Visualmente es justo decir que vale mucho la pena y que entretenida es.
    Gracias por tu artículo. :)

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